El Amor

viernes, 11 de marzo de 2011
El amor saca el temor por falta de comprensión, el temor es sólo un pensamiento, el temor tiene el efecto de cambiar el cuerpo a través del proceso químico, nos altera el metabolismo alimenticio, pero uno no se da cuenta hasta que el cuerpo se deforma, cada movilización, el cuerpo reacciona, cambia las estructuras de su cuerpo debido a la ansiedad y temor. No te olvides que “el templo-cuerpo no está hecho con las manos”.
Solamente la Armonía Energética (Chakras) restaurará el estado normal del cuerpo limpiando las energías estancadas, bloqueadas por el recuerdo. El amor es la energía de la vida pasando a través del cuerpo, el amor fluye por todos los planos de la existencia, es la salvación, CREANME o repetiré este tema incansablemente porque el amor es el único poder que existe en todo el universo, el amor es el refugio de descanso del alma.
Hay mucha gente que me consulta diciéndome… “yo rezo… yo tengo fe en Dios…Yo me entrego y hago las cosas bien…, pero…, se quejan o me dicen que Dios no los escucha…” Yo les digo y lo repito incansablemente, tú no sabes darle amor a Dios, ese es el problema, si no te lo das a ti mismo, menos se lo darás a otros, aunque a ti te parezca que das tu amor.
Debemos venerar con amor es el primer paso de sentir a tu pequeño diosito que vive en ti. Para ir directamente donde Dios, tenemos que prepararnos. Dios es impersonal, invisible, ¿cómo lo vas a encontrar para venerarlo, es imposible… Primero tienes que hacer algo por ti. Recuerdo un día cuando era joven en mi pequeño pueblo, un indio de mi comunidad por equivocación tomó un líquido insecticida y para llevarlo urgentemente al otro pueblo, se tenía que cruzar un rio y como era invierno el rio estaba crecido y nadie se ofreció a cruzar el rio con el ya que el indio temblaba y arrojaba espuma por su boca, intempestivamente yo sentí que lo podía hacer, tomé al indio del brazo, me lo puse al cuello y los dos nos tiramos al rio y así comenzó una lucha para alcanzar la otra orilla, arrastrándonos la corriente rio abajo sin control, el tiempo parecía no pasar y mis fuerzas casi agotadas al fin cruzamos a la otra orilla, donde nos recibieron con gran alborozo. Ahora yo te digo, este es un ACTO DE AMOR, esta es la lección.

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