El Peregrino del Alma

lunes, 14 de marzo de 2011
En algún momento, los Maestros Ancianos, nos ponían pruebas muy difíciles, a los jóvenes aspirantes a chamanes, para desarrollar nuestra fortaleza del “Espíritu Guerrero”, yo en especial era dócil y muy obediente, en cambio había un compañero del grupo demasiado rebelde con él mismo y los demás, siempre se hacía notar su vehemencia de estar desafiando a los demás.
Un día para despertar a otro compañero, encendió una fogata al lado de sus pies desnudos, inmediatamente saltó de dolor y malestar pero no le dijo nada porque le tenían miedo, hacía cosas así, sin que nadie le dijese nunca nada, hasta que comenzó a desafiar a los Ancianos con el tema de la existencia o no de Dios…, la explicación era que Dios es el “TAITA INTI”, el Dios Sol que se le ve todos los días.
Para este rebelde indio se resistía y seguía hasta ver a Dios y presumía de saber mucho, hasta que los Ancianos le dieron una consigna de trabajo, esta consistía en que se fuese a buscar a Dios en la dirección donde está el Sol, únicamente tomará esto como referencia. El indio tomó sus cosas y se fue detrás del Sol…
Pasó muchas peripecias por los caminos accidentados y conforme pasaban los días nunca avanzaba, cada vez el TAITA INTI estaba más lejos, hasta que un día, en plena selva, comenzó a diluviar con gran intensidad y fuertes tormentas fue a refugiarse a una cabaña donde se metió sin encontrar a nadie, cuando estuvo a salvo, se quedó dormido y después sintió que leñador dueño del lugar entró y le dice: ¿Por qué te has metido en este lugar sin haberme pedido permiso? Tomó un palo y comenzó a golpear al indio que salió huyendo de inmediato, lleno de dolor, lloraba al costado cerca de un árbol y se decía que sus maestros le han mentido porque Dios no existe… A continuación ve una luz inmensa que alumbra (rayo) y rompe de estruendo, destruyendo la cabaña sin quedar nada. El indio atónito regresa llorando porque Dios le ha salvado la vida.
El misterio más insondable es hablar del alma, nosotros estamos haciendo un mundo de cosas importantes para nosotros… Pero por el alma ¿Qué hacemos? Si comemos es para el cuerpo… Para el corazón buscamos un amante… Utilizamos el estudio de una profesión para subsistir… ¿Pero para el alma…? ¿Cómo alimentamos el alma? Cada alma es única y mágica, tiene tu verdadero poder y es la creadora de vida, es nuestra esencia de Ser.
Manteneos despiertos, atentos, energéticos, vivos, aunque mayormente estamos ausentes, apagados, sin fuerza vital; nosotros estamos viviendo el pasado, los recuerdos. El trabajo chamánico es liberar el alma, potenciar el alma, es una tarea con cada persona, llegar a que actúe el alma, la vida sagrada. El alma también actúa desde el espacio, el tiempo, el cosmos, el chamán es un alma liberador que peregrina en el planeta Tierra.

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